La Señorita

A la medida que el sol avanza

la señorita no se puede equivocar,

no puede caminar tocando el piso,

debe sonreír de manera cordial,

ser elegante es un requisito de este siglo.

Cada segundo que pasa el temblor

la señorita no entra en pánico,

no quiere que se le marquen las arrugas,

tiene miedo pero llegando a casa,

tomara la secadora,

con aire caliente, secara sus lagrimas,

para que no piense que esta loca,

para que piensen que es fuerte,

ella es bonita, eso dice la gente.

Antinatural el deseo del egoísmo,

beber un poco de té, mirar al sol

son parte de la rutina de la señorita

La señorita, hoy quiere desear sentir

el revolver entre sus labios

la manera mas obscena de morir.